Descripción:
La alimentación se encuentra en el centro de la actual policrisis global que incluye el cambio climático, la pérdida de biodiversidad (incluida la deforestación) y la malnutrición en todas sus formas (desnutrición, desequilibrios de vitaminas o minerales, sobrepeso, obesidad, y algunas enfermedades no transmisibles).
A pesar de producir suficientes alimentos para alimentar a toda la población mundial, en 2023 cerca de 864 millones de personas padecieron hambre (el 10,7% de la población mundial), y alrededor de 2.830 millones de personas (35,5 % de la población mundial) no podían permitirse una dieta saludable [1] . Además, una de cada ocho personas en el mundo era obesa, 43% de los adultos de 18 años o más y 20% de niños y adolescentes de 5 a 19 años tenían sobrepeso [2].
Por otra parte, la producción agropecuaria ocupa aproximadamente la mitad de la superficie terrestre habitable del mundo, consume cerca de tres cuartas partes de los recursos mundiales de agua dulce, y es responsable de aproximadamente el 75 % de la deforestación [3]. Adicionalmente, los sistemas alimentarios (más concretamente el sector AFOLU) generan el 22% de los gases de efecto invernadero (GEI) [4] y son el principal impulsor de la pérdida de biodiversidad, con la producción agropecuaria como la principal amenaza para el 86% de las especies en peligro de extinción [5].
Las relaciones entre alimentación y biodiversidad son complejas y se retroalimentan a través de múltiples mecanismos. Estas relaciones, se complejizan más "en un contexto donde muchos países y sociedades están transitando hacia niveles más altos de ingresos y urbanización, los subsidios públicos y los modelos de negocios sostienen un paisaje alimentario cada vez más homogéneo, dominado por unos pocos productos básicos y una preponderancia de alimentos ultra procesados, a menudo promovidos por estrategias de mercadeo fuertemente financiadas. La demanda de alimentos ultra procesados, que dependen de un número limitado de productos básicos (por ejemplo, azúcar, trigo, soja y aceite de palma), está directamente relacionada con sistemas de producción insostenibles que amenazan los ecosistemas y los medios de vida de quienes dependen de ellos. y al mismo tiempo impacta negativamente en la salud de los consumidores" [6].
Bajo este panorama, y teniendo en el horizonte la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP-16), que se celebrará en Colombia este año, desde MESA nos proponemos explorar las preguntas: ¿cómo están conectadas las dietas y la biodiversidad? ¿qué tipo de dietas apoyan o soportan la biodiversidad? Para esto, consideramos importante dialogar sobre los tipos de herramientas, estrategias y políticas que favorecen o restringen la inclusión de la biodiversidad en nuestros platos; los argumentos socioculturales, económicos, políticos y ecológicos que actúan como barreras o promotores de una alimentación biodiversa; así como los intereses y posiciones detrás de estos argumentos.
Agenda general:
8:00 – 8:05 Conexión de participantes
8:05 – 8:15 Presentación de objetivos y agenda
8:15 – 9:00 Panel de diálogo
9:00 – 9:15 Ejercicio interactivo: Valores, dietas y biodiversidad
9:15 – 9:30 Plenaria
9:30 – 9:50 Preguntas del público
9:50 – 10:00 Reflexiones finales
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